En la era digital, en que muchas personas tienen acceso en masa a contenidos diversificados y a una gama mayor de informaciones, las marcas necesitan posicionarse de forma estratégica frente a sus competidores y encontrar formas de comunicarse con el público por medio de historias bien contadas.
Por eso, producir un buen contenido es más que la creación de un buen texto. Significa producir soluciones creativas e innovadoras que conversen con los usuarios y estén alineadas a la jornada de consumo.
Pero para que las iniciativas de contenido de las marcas sean exitosas, necesitan atraer los consumidores para sus canales – y estos necesitan estar preparados para convertirlos en nuevos clientes. El objetivo debe ser comprometer al público objetivo generando valor para ellos por medio de una percepción positiva de su marca. La consecuencia son mejores resultados con el crecimiento de su red de clientes.