La sigla O2O significa Online to Offline u Offline to Online. Sin embargo, más que una sigla, las metodologías de O2O generan una experiencia completa para los clientes, facilitan el pago y proporcionan conveniencia y rapidez en el proceso de compra. Es lo que ocurre con las aplicaciones de taxi, por ejemplo, cuando es posible solicitar el servicio en un ambiente online y disfrutarlo físicamente.
Esa oferta de servicio está directamente vinculada a los nuevos hábitos de consumo y a la jornada del consumidor. Los smartphones ya se convirtieron en accesorios indispensables en el día a día de los brasileños con más de 230 millones de dispositivos y el acceso a internet en el país también está en crecimiento – que significa que empresas que actúan de forma directa o indirecta con el ecosistema digital tienen terreno fértil por explotar.
Según datos de Forrester, la influencia de O2O en las ventas del comercio y sector minorista brasileño (sin incluir bebidas y alimentos) crecerá de los actuales 21,6% a 32,2% sobre el total de la facturación, que totalizará R$ 365 mil millones.
Marcas que pretenden incluir estrategias de O2O en su plan de negocios necesitan ofrecer a los consumidores un servicio que satisfaga sus demandas y que genere una experiencia, en su conjunto, agradable. Además, es fundamental medir impactos reales en el negocio como visitas en tiendas, ventas, CLV (Customer Lifetime Value), en un ambiente que permita optimizaciones.